Despacio.Nunca es demasiado tarde, nunca un texto es demasiado largo, nunca hay demasiada prisa.
Encuentra el olor, el sabor, la imagen. Encuentra el mensaje.
Escribo mi película, tú lees mis líneas y ves la tuya.

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viernes, 23 de diciembre de 2011

Iguales.

A simple vista, no eres nadie especial. En general, ¿todas tuvimos Tamagotchi? ¿Todas tenemos o no nos importaría ponernos una camiseta de los Beatles? ¿Todos vimos las películas de Harry Potter? ¿Hoy en día todo el mundo tiene una BlackBerry? Y la mayor parte de las respuestas serán un "sí". Ya no nos comunicamos por SMS, ahora nos va el WhatsApp. Todos tenemos Tuenti y la cuenta de Facebook prácticamente nunca la usamos. No podemos vivir sin música, y siempre lo decimos. ¿Nuestra vida sin ordenador y sin salir por las tardes? Un puto caos. Te llamas friki a ti mismo, y también raro, diferente. Pero si todos decís lo mismo, el diferente es quien no lo dice.
Te crees que has encontrado a tu clon, pero sólo te has dignado a hablar sobre tus gustos y opiniones con alguien. Si no, de cada diez personas... demasiadas serían tus clones.

Todas con el pelo planchado, con la ropa de las mismas tiendas, con los ojos pintados de la misma manera.
¿Dónde está la originalidad? Será que todos somos iguales, será que sólo somos copias. Y de cada copia, ni si quiera un 20% es originalidad.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Sonríe aunque no te esté grabando.

Me dedico a secar agua de mejillas sin usar las manos, a curvar líneas  rectas que no son las de tu cintura. Me dedico a obligar a unos pies a moverse hacia delante, y los que cometieron errores, me dedico a convertirlos en cangrejos y que vuelvan a arreglarlos al pasado. Me dedico a coser con lo que tengo más a mano, a veces es la tuya la que se ofrece y otras yo misma abro el cajón de todo lo perdido y vuelvo a unir nuestros caminos. 
Sólo estás tú y todavía te crees otra cosa. Demuestra la existencia de tus ovarios las otras tres semanas del mes. Demuestra que sirves, que vives, que vales. Crea tus metas. Aunque a continuación no salga el flash, sonríe. La otra opción no merece la pena.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Cuando la inspiración no llega...

Me pregunto si alguna vez la tuve. Por qué esta sensación tan extraña. Ya es costumbre que me tomen por algo que no soy, que insistan en que todo lo hago bien y en el fondo se decepcionen viendo como no soy capaz de hacer lo que supuestamente es en lo que destaco.
Nunca tuve palabras. Nunca tuve oraciones. Nunca te tuve, talento. Nunca tuve el dominio de las letras, nunca jugué con ellas, nunca quisieron jugar conmigo. Nunca tuve cojones, nunca los voy a tener.
Decepción. Decepciono. Mis palabras me decepcionan a mí. Es una cadena, una maldita cadena; ¿qué he hecho mal? Quizá perdí la suerte. ¿Conoces la sensación de haber tenido algo y haberlo perdido? Yo busco la inspiración entre sombras y no es que no la encuentre, es que para ella ya no existo. Si es que se la vendí a alguien, no he recibido nada a cambio.

Sólo sé que me avergüenzo de cada una de mis palabras, de cada uno de mis intentos. Escriba lo que escriba, haga lo que haga, tengo que pagar lo justo. Mi cabeza, mis escritos... Ellos no aceptan el cambio. No quieren cambiar de moneda, no quieren aceptar, no quieren tragar... Supongo que soy yo la que no quiere cambiar. La que no quiere aceptar que todo cambia, que todos cambian. Todos cambian y me quedo atrás. ¿Por qué? ¿Por qué no soy capaz de aceptar el cambio?

viernes, 21 de octubre de 2011

Todo por una imagen.


La ves en fotos, con cinco, con ocho, y más tarde con once años. Ves todo lo que ha cambiado ahora con sus dieciséis, y simplemente por el hecho de que ella lo quiso así.
Ella, rubia por naturaleza, con unos ojos marrones oscuros como el resto de la familia. Ella ha querido borrar todo rastro de lo heredado: sus ojos, su pelo, todo.
Un día fue a la óptica. Compró lentillas de los dos colores: azul y verde. Las ponía cada poco, para salir de fiesta, y también cuando le apetecía estar 'un poco más guapa'. Ahora todos los días, víctima del espejo.
Tiene el pelo con extensiones para hacerlo más largo. ¿No es mejor esperar a que crezca por sí solo? ¿No es mejor esperar a que el tiempo haga su trabajo? Tu pelo crece y crece, pero tú has hecho trampa.
Todas las chicas quieren ser rubias. Sin embargo, tú... Tú te has teñido de negro, de negro carbonizado. Cuanto dinero derrochado por el simple capricho de tirar a la basura el color que tus padres te han dado.  Tu pelo lleno de ondas de color oro, que a su vez destrozas quemándolos con el secador y, posteriormente, con la plancha. Plánchatelo un día especial, para una boda, para un gran acotencimiento... Pero tú no puedes salir a la calle sin tener el pelo planchado, te dá vergüenza, y eso no tiene sentido.
Las chicas algo menores te miran con adoración, quieren ser como tú.
Pero tú has destrozado todo recuerdo de tu pasado, todo con lo que naciste. Te miras al espejo y no eres la misma que se despierta por las mañanas, y mucho menos la misma de hace cinco años.
Y todo esto que hiciste para sentirte mejor contigo misma, aún así, no funciona. Quieres más y más perfección, quieres llorar de impotencia y de rabia, por no conseguir todo lo que quieres, por no sentirte tú misma.
Pero no puedes, no eres capaz, el rímel se te correría. Y eso a estas alturas, eso ya no puedes permitirlo.