Despacio.Nunca es demasiado tarde, nunca un texto es demasiado largo, nunca hay demasiada prisa.
Encuentra el olor, el sabor, la imagen. Encuentra el mensaje.
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sábado, 10 de enero de 2015

Mi musa viene de Oriente y no existe.

Comienzo el año de rojo, no como Cristina Pedroche. Me busco en el espejo y creo encontrarme cuando otros me dicen: "te veo distinta" y qué sabrán ellos de distinguir, qué sabrán ellos de distinción.

Hoy los niños son mucho más espabilados, manejan móviles y vocabulario obsceno con diez años, pero siguen creyendo en los Reyes Magos.
Recuerdo mi vida desmoronándose cuando, caminando cerca del ayuntamiento con seis años, mamá cedió ante tanta insistencia y nos lo confesó. Mi hermano, de ocho, lloró durante dos días. Yo tenía el corazón roto por primera vez.

Y aquí estoy, con el regalo que le he comprado a mamá entre mis manos y un débil rencor latente que se difumina porque te quiero, porque te amo, mamá.

¿Qué será de mí este año, con mi mayoría de edad, mi sueños sin cumplir, desnuda de propósitos y sin ganas de subirme a los pocos trenes que se paran aunque sea unos segundos a esperarme? Me imagino mi cuenta atrás, treinta y cinco días, ¿qué he hecho hasta ahora? He sido tan poco impulsiva, tan poco trágica. Me recuerdo siendo una cría en el parque de la Seara donde no quería subirme a no sé qué cosa por miedo a romperme la cabeza.

Me han faltado besos, me ha faltado el amor típico y no tan típico de verano, me ha faltado estar colocada con mis amigas de madrugada, me ha faltado bailar, me ha faltado alcohol, joder, ¿quién puede decir eso a estas alturas?
A mi edad los Reyes regalan resacas en vez de carbón. Yo les pido un buen año con un puñado de sorpresas agradables que me proporcionen aire fresco, risas de las que ahogan, conocimiento a base de experiencia y mucho, mucho amor que me empalague en secreto.

Yo ponía agua a vuestros camellos y mi padre me hacía el favor de bebérsela...

Ojalá los Reyes de España fuesen imaginarios y no los de Oriente. ¿Qué pintan los Reyes en mi texto? Lo mismo que monarcas en el país.
Traedme algo de musa, por favor. Demasiados ya parecen un cine de sesión continua.