Un día te salta a la vista cualquier rubio de ojos azules y
no te olvidas. Te entra por los ojos y de tu retina, ya no sale. Y ya lo dice
ella misma: retiene. Retiene que te has encaprichado de una imagen que ojalá no
hubieses visto. Cualquier pensamiento hace que vuelvas a pensar en lo mismo, y
en lo mismo otra vez. Es un sentimiento de tristeza y agonía, por múltiples
razones. Porque no es para ti, porque no lo volverás a ver, porque no eres
suficiente. Quizás. Hay que arriesgar para ganar, pero tienes razón que quién
te lo dice no sabe nada. No sé nada.
Ni si quiera estás perdiendo el tiempo por
una persona. Sólo por una imagen, por un físico sin mérito. Vuelve con eso tuyo
que de tonterías ya tenemos suficiente. ‘Ego sum lux mundi’, recuerda. ¡Piensa
con la cabeza y deja de mover los pies!
Es el instinto humano, que a veces tiende a desvariar. Y tú con tanta mierda, estás hormonando demasiado.